MONTEVIDEO.- Dicen que fue el primer gran clásico en la historia del fútbol mundial.
Que la pica lleva más de 100 años y que cada partido se vive de manera especial, pese a que exista cierta fraternidad entre los pueblos y los hinchas argentinos puedan transitar sin problemas con sus camisetas de la selección y sus tatuajes de Messi al descubierto.
Fuera de la cancha existe un aprecio, una estima, un respeto mutuo que se palpa día y noche en las calles de Montevideo.
Este jueves, cuando el plantel de Lionel Scaloni llegó al Hotel Hilton, un hincha inició un cantito que fue rápidamente acallado por el resto de los argentinos.
“Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta...”.
Tras un silencio sepulcral, se pasó a cantar contra Inglaterra....